El incendio interno que ahora cargo a raíz de esa visita inesperada llamada muerte, es bastante extenso. Como duele entender que ni haciendo todo lo posible fue suficiente, que un día simplemente ya no estabas y que esa despedida, la última de tu vida iba a dejarme un hueco y un caos emocional abrumador.
Desde entonces bailo en un limbo emocional de estar mal e intentar volver a moverme; pero joder como pesan estas palabras manchadas de lágrimas, como pesa el recuerdo y lo vivido, más de 10 años juntos.
Vulnerable, vacío, me veo ahí en tercera persona como si de un personaje de una película de drama se tratara, la peor y la más melancólica de todas, me veo a cámara lenta mientras el mundo sigue girando a destino de nadie.
Ya había caos antes de que todo esto pasara pero es difícil comprender, entender y aceptar que todo termino, ese dejar ir aunque quisiera aferrarme de por vida a esa realidad paralela en la que todo sigue igual…
Ahora tengo las manos vacías, me he quedado en blanco con mi cabeza llena de tus recuerdos, el alma rota y mi esencia en peligro de extinción.
La descripción de mi dolor no podría plasmarlo en palabras, tendrías que mirarme a los ojos y ver que algo en mi murió aquel día.
Me dolerás bastante tiempo, ahora eres infinita.